Todos los tratamientos para la obesidad y el proceso de adelgazamiento y pérdida de peso que conllevan, aportan al paciente multitud de beneficios físicos, sociales y psicológicos, lo que hace que el esfuerzo del tratamiento siempre merezca la pena.

Muchas y muy conocidas son las ventajas de mantenerse en un peso normal, pero seguro que entre las que te detallamos a continuación hay algunas que no conoces o en las que ni habías pensado:

Mejor humor y disminución del estrés gracias a las endorfinas que liberas con el ejercicio físico que el tratamiento requiere, además de la satisfacción de ver tu progresiva mejoría.

Mejor sueño, ya que la pérdida de peso aporta un descanso de mayor calidad y mejora o incluso produce la desaparición de apnea y ronquidos.

Menor dolor articular al liberar a tu esqueleto y articulaciones de un esfuerzo extra a lo largo de todo el día.

Mejora de la memoria, según estudios que demuestran que la pérdida de peso aumenta la agudeza mental.

Mejora el deseo sexual: la pérdida de peso está relacionada con el aumento de los niveles de testosterona y un aumento de la libido. Un descenso de 4 kilos es suficiente para estimular las hormonas sexuales. Además, gracias a la mejora de tu estado mental más positivo en general, aumentará todavía más tu impulso y tendrás una vida sexual más plena y placentera.

Mayor vitalidad, lo que se reflejará en una actutud proactiva y mayor motivación en tu trabajo y tus proyectos, todo ello gracias al ejercicio y a la mayor satisfacción que tu cambio de imagen te aporta.

Mayor confianza en ti mismo en tu entorno social, al quitarte complejos y gracias al apoyo psicológico y la nueva mentalidad que te aporta el tratamiento.

Aumento de la resistencia y disminución del cansancio gracias a la recuperación de tu capacidad física.

Mejora tu percepción de tu propia imagen, tanto por verte más delgad@ como por poderte poner nueva ropa que te hará sentir más estilizad@ y atractiv@.

Evita situaciones de incomodidad, al no sentir complejos en situaciones como ir a la playa o hacer deporte.

Te permite ahorrar en muchas cosas, como comida, ropa, medicamentos, seguros de vida...

Reduce el riesgo de diabetes y problemas cardiacos.  Pues los kilos de más en forma de grasa, especialmente en la zona abdominal, ponen en peligro la vida aumentando las probabilidades de padecer diabetes, de tener la presión sanguínea alta, una enfermedad del corazón, infartos y cálculos. Además existe una relación directa entre el índice de masa corporal y estas enfermedades: a más IMC, más probabilidades de enfermar.

Reduce el riesgo de cáncer: el sobrepeso según los expertos es la segunda causa de muerte en los pacientes con cáncer, solo por detrás del tabaquismo.

Disminución de la tendencia a la depresión. Tanto la obesidad como la depresión parecen provenir, al menos en parte, de alteraciones en la química cerebral y de las funciones de respuesta en el cerebro. Además, hay factores psicológicos que también intervienen: en nuestra cultura, la delgadez es sinónimo de belleza, y por tanto el sobrepeso afecta a la autoestima, un desencadenante conocido de la depresión. Los patrones de una mala alimentación y los trastornos alimenticios, así como el malestar físico asociado a la obesidad son factores que contribuyen a la depresión.

Aumenta la esperanza de vida, debido a la disminución de los riesgos que antes se han mencionado.

Por tanto, dar el paso para someterse a un tratamiento contra la obesidad, es siempre una buena decisión  para cualquier persona que desee mejorar su salud y su autoestima y produce un cambio tan positivo  hacia una mejora en la calidad de vida, que los beneficios que aporta no tienen comparación con el esfuerzo que requiere.